lunes, agosto 25, 2008

Los Mundos de Vargas Llosa

Llegué a la obra de Mario Vargas Llosa de la peor manera, es decir, a través de los textos de literatura de secundaria. Recuerdo que en primero de secundaria me dieron a leer el cuento "Día Domingo" y aparte de leerla (lo cual disfruté) me pidieron que le haga el análisis literario (lo que me hizo quitarle el gusto), pero bueno, superando este pequeño trauma retomé Vargas Llosa después de un período de 2 años y lo hice con nada menos que "La Tía Julia y el Escribidor" y descubrí un mundo nuevo, descubrí un mundo, un ambiente con el que me sentía identificado, yo no quería saber nada de señores que volaban, ni leyendas antigüas o cuentos que relatan las abuelas, no yo no quería nada que supiera a pasado, yo quería el presente, que me hablen de ciudades, de gente como yo, de chicos de clase media que tenían vidas similares a las mías, no me interesaba lo que pasaba en el campo porque no me había críado ahí, y las novelas de Vargas Llosa en efect
o me hacían sentir eso, que nuestra vida también vale la pena contarla, que nosotros también tenemos una riqueza literaria que explotar.

Para ese entonces ya estaba muy metido con la literatura, leía mucho, pero mucho, y mi siguiente libro fue "Conversación en la Catedral", y lo único que conseguí fue afianzar mi admiración por este autor, pero lo "peor" vino después, en el último año de secundaria entré a hacer el servico pre-militar (versión Light del servicio militar) y me topé con "La Ciudad y los perros", una combinación muy peligrosa si tienes 17 años y estás decidiendo que vas a hacer con tu vida, por lo que el libro literalmente terminó de mostrarme un nuevo mundo literario.

A partir de esos libros fui leyendo todo lo que se me cruzaba de Vargas Llosa, incluso, para mi sorpresa, mi educación política-económica, que se inclinaba hacia el liberalismo económico y el libre mercado, coincidió con las posturas que tenía el autor peruano sobre el manejo de la economía y política de un país, cosa que le costó la crítica de muchos, lo cuales separaban al escritor del político, pero a mi solamente me permitió unir más ambas figuras. Por eso, cuando llegué a "El Pez en el agua" lo tomé como el manual que cualquier aspirante a escritor, incluso aspirante a político, debe leer, no porque te enseñe a ser escritor, sino porque te muestra que es posible ser escritor, y es posible tratar de hacer política en base a tus creencias.

En estos días, ya más maduro, leo y releo sus obras, las columnas que escribe, y aprendí a seguir la obra de su hijo Alvaro Vargas Llosa, una periodista a quién admiro mucho. Si bien ya no salgo corriendo a comprar el último libro de MVLL, debido sobre todo al poco tiempo libre que me queda, siempre recodaré con mucha alegrías las tardes y noches en las que MVLL me hacía adentrarme en las aventuras de Varguitas, y pensar, que tal vez, solamente tal vez, algún día, yo también podría llegar a ser escritor.

1 comentario:

Tenoch Iturbide dijo...

Yo justo ahora acabo de terminar de leer la casa verde. Me parece una novela fantástica, hay pasajes en que de verdad Vargas Llosa logra atraparte y transportarte al sitio de los hechos, casi sientes que estás ahí en la magacheria, o surcando los caminos con Fushía. etc. Como describe los parajes Peruanos de manera formidable. Siempre me intrigó la enfermedad de Fushía.

Lo que más me llamó la atención fue la estructura y forma de la novela, los monológos de los personajes y como intercala preguntas, para cuestionar aún más la psicología del personaje, como intercala las 3 historias de manera formidable.

Es una novela muy larga y me llevó varios meses acabarla, además de que tenía que retomar algunas páginas que ya había leído para reentender la idea y los hechos de los personajes, por que la historia tiene saltos atemporales y además salta de personaje a personaje, si te distraes un poco ya te perdiste, es una novela en la cual tienes que estar muy atento a los detalles. Como sea, estupendo libro.