jueves, octubre 05, 2006

Llegó la hora de decidir si seguiremos siendo Bolivianos o no

Empezaremos diciendo que soy el fruto de lo que es la nueva Bolivia, hijo de inmigrantes, de Camiri y de La Paz, osea, soy hijo de un chaqueño y una paceña. Mi familia empezó como muchas otras aquí en Santa Cruz, viniéndose a vivir con solo lo justo y con deseos de progresar. Nací aquí hace 26 años, y me críe en un barrio no céntrico. Estuve en colegios fiscales y particulares también. Mis padres hicieron un gran esfuerzo por darme la mejor educación que pudiera pagarme y gracias a ellos pude acceder a las mejores universidades del país. Pero todo eso proceso tardo años, muchos años, y también significó mucho esfuerzo, tanto de parte de mis padres como de parte mía. Sacrifiqué un estilo de vida de fiesta, por uno de disciplina y de estudio, y gracias a Dios he podido hasta ahora triunfar en la vida. Si ahora estoy donde estoy no es porque me hayan regalado algo, a mi esposa y a mí nos han ayudado mucho, pero no regalado nada, y todo lo que tenemos tiene nuestro mérito. Para mal o para bien formamos parte de ese 5% que vive bien y es beneficiado en este país, pero nunca le robamos nada a nadie ya que nuestros padres nos han enseñado a ser honestos. Lastimosamente el nuevo gobierno no lo ve así.

Evo Morales, y quienes lo siguen, piensan que los ciudadanos actuales tenemos la culpa del sufrimiento que ellos han tenido durante, dicen, 500 años. Es totalmente irracional culpar a una generación por los abusos de las anteriores. La sed de venganza, y sobre todo de resentimiento y rencor que impera en este nuevo gobierno no tiene calibre. Ellos llegaron al gobierno desacatando muchas leyes, bloquearon, perjudicaron a muchos negocios, gente enferma no podía acceder a cuidados porque ellos no dejaban pasar ni ambulancia, provocaron muchas muertes. Ahora que son Gobierno, siguen sin cumplir las leyes, desobeden lo que ellos mismos firmaron en la Ley de Convocatoria a la Asamblea Constituyente y al Referendum Autonómico, interpretando la ley a su libre antojo y cumpliendo el pacto al que habían llegado. Ahora amenzan con armas a todo aquel que se opona a su política de cambio. Eso no es propio de un gobierno en democracia, es propio de un partido que quiere perpetuarse en el poder y está dispuesto hasta lo último por llegar a realizarlo.

Ante todo este atropello como reacciona este lado del país. Inteligentemente, y mostrando mucha cordura, los diversos comités cívicos de la media luna están empezando a recaudar firmas para llamar a un Referendum que pregunte si la población está de acuerdo con el sistema que quiere implementar el MAS para la nueva Constitución, más aún, debería preguntar incluso, si es que nosotros queremos formar parte de ese sistema. Yo tengo familia en los dos lados del país, y me dolería mucho que esta nación se separará, pero no quiero que mi hijo se críe bajo un sistema impuesto a la fuerza, no quiero que no pueda tener en el futuro el derecho a disentir.

Este gobierno ve enemigos en todo aquel que piensa diferente de ellos, pues bien, busquemos ahora ser diferentes, preguntémosnos a nosotros mismos si queremos seguir siendo bolivianos o no?, si todos decidimos continuar, pues bien, que nos respeten, nos incluyan y nos escuchen en este nuevo proyecto de contrato social. Por otro lado, sino queremos continuar como estamos, que respeten nuestra decisión y nos dejen decidir nuestro futuro.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

La pregunta del millon es actual permitiremos los Bolivianos,la division del pais?permitiremos que se mal interpreten los criterios de cambio socio politico economico que Bolivia experimenta?
Atte Adhemar

Mario R. DURAN CHUQUIMIA dijo...

Si se cae dentro el discurso facilista de separarnos de los que andan mal (el collao) para seguir nuestro camino...
Hya que analizar variables como la integracion economica entre oriente y occidente,
asi tambien la gente que antes la echaba la culpa al centralimo empezara a mirar en casa las desigualdades sociales...
Un saludo y te invito a debatir en www.laconstituyente.org