miércoles, octubre 04, 2006

Fue mucho septiembre! presidente

Ruber Carvalho - Carta 8


Se fue septiembre, el mes del amor, de la juventud, del estudiante, de las flores, de la alegría, el mes de Santa Cruz. “Es septiembre, muchacha, aniversario/ de tanta primavera fugitiva”, escribió tan bellamente Ambrosio García, ese poeta entrañable de mi tierra; se nos fue volando septiembre, pero nos quedó el frescor y aroma de su primavera.

Y si se ha dado cuenta, presidente, el país entero también se nos va volando, volando como volantín sin cola, con un obsoleto piloto automático, sin radar y sin norte, y en cualquier momento nos damos contra alguna cosa o nos caemos cuando se nos acabe el concho de la gasolina que queda en el tanque, porque no tenemos gasolina ya que según su ministro se va de contrabando.

Y no hay oposición y tampoco hay gobierno, el país bloqueado aquí y allá, sus montoneras sindicales que Ud. ha dado en llamar movimientos sociales para darles bombo, andan sin dios ni ley amenazando al mundo entero con imponer algo que nadie sabe qué por que ellos tampoco lo saben. Y así se va el país, presidente, nadie sabe adónde!

Se nos fue septiembre, presidente, pero después de muchos años en Santa Cruz pasamos una efeméride amable, risueña, cálida, sin la tensión política ni los odios ni insultos partidarios que alardean sus parciales, sin la presión de nadie, sin la presencia oficial que siempre vino con decretos como regalos que nunca sirvieron para nada y a recibir homenajes; la Fexpo fue un éxito total a pesar de las amenazas, y el desfile del 24 a todo dar sin silbidos ni griteríos.


Fracasó su bloqueo, presidente y fracasó Ud. en querer corrernos con la vaina del sable. Miles de mujeres de polleras verdes, de Oruro (su tierra), de La Paz, Cochabamba, Potosí, Sucre, desfilaron frente al palco de las autoridades llevando banderas cruceñas, y nadie abucheó, al contrario, les aplaudieron porque esa gente -porque les da la gana- también construyen esta Santa Cruz solidaria y grande: “más grande que mis brazos extendidos” , ya lo dijo don Raúl.

Y Santa Cruz fue más verde y dulce como nuestra caña de azúcar, presidente, más alegre y coqueta que nunca; se sentía la paz, se palpaba la ternura y se leía en los ojos la solidaridad de la gente que ostentaba en el rostro esa nueva identidad del cruceño que se agranda y enriquece día a día con el trabajo y la palabra del viajero peregrino que llega a nuestros aleros sin pasar de largo, porque es abierta, incluyente, al contrario de la que vomita el odio racial.


En un solo día, de no creerlo! los motoyoés nos brindaron todos los verdes que suelen cambiar en cada estación, y por si fuera poco llovió una noche entera y se apagaron los incendios del campo. Y Alcides proclamó que “el verde sí es un color”, respondiendo a la poeta que vino un día desde su profunda aridez monocroma y se fue otro llena de odio porque no pudo ver el color de la esperanza.


Así fue nuestro 24, presidente. No importe lo que dure (ya verán lo que se les viene! no dirán los resentidos). Nada ni nadie nos quitará la alegría y la paz que tocamos. Si Ud. lo hubiera visto. Pero claro, Ud. sólo cree que el verde es tan sólo el color de la coca! Qué ceguera, presidente!

Lo decimos machaconamente: la coca es cocaína. Pero nadie, nadie en su sano juicio se puede alegrar que comiencen los muertos tan sólo para que Ud. ingrese a la lista de gobiernos con muertos, contradiciendo lo que andaba pregonando ufano en sus discursos que Ud. jamás los tendría. Pues ahí están, presidente. Y por más que su ministra diga que no eran cocaleros sino narcotraficantes, da lo mismo, son sus muertos.

Y no eran narcos colombianos o peruanos, eran cocaleros bolivianos y originarios que sembraban coca en un lugar prohibido. Doscientos hombres armados acotó su otro ministro, y los dejaron irse luego que parlamentaron con ellos y entregaron a los rehenes sin sus armas. Y a los que agarraron luego los soltaron porque eran cocaleros, al revés de lo que dice su ministra que siempre dice las cosas la revés. “Jamás habrá coca cero, compañeros y compañeras”, suele repetir hasta el cansancio, presidente, y ya ve, ahora cayó en la de Bánzer con su “coca-cero”. Qué va hacer con sus cocaleros de Carrasco y de Vandiola presidente? Firmar un pacto? Meterles bala? O abrir una investigación que durará hasta la muerte de San Blando?

Y ahora, empatado como está con sus iguales neoliberales y masacradores, la cosa se pone color de hormiga. Hace rato que el país entero sabe que el Chapare está como en tiempos de García Meza, pero su gobierno no decía esta boca es mía, no era su asunto, eso era cosa de los gobiernos vende patrias, mientras la plata del narcotráfico circula a manos llenas mostrando su bonanza de mentira. Sin embargo ya pasan ocho meses, casi doscientos cincuenta días, suficiente como para que su gobierno haya puesto coto a la fabricación de drogas y al tránsito de la que viene del Perú. Pero, no presidente, hasta parece que la aduana fuera ajena, cuando otro ministro dice que la escasez de diesel y gasolina en Santa Cruz es por el contrabando y firmarán un decreto para luchar contra esa lacra. De quién es la aduana, presidente? Es que estamos como volantín sin cola, presidente!

La coca, presidente, nunca fue de izquierda ni de derecha, fue simplemente: coca; utilizada primero domésticamente en el incario; pero fueron los españoles, en realidad, lo que la utilizaron y nos la dejaron como herencia. La coca, es pues una herencia de los conquistadores que la implantaron para el trabajo esclavo de la gente en las minas y obrajes.

Y la usó la república igualmente para la explotación del indio andino Lejos de ser sagrada la coca es más bien diabólica (pero ni Ud. ni yo somos creyentes!). Los incas nunca la usaron en ceremoniales ni en ofrendas del culto solar ni fabricaron cocaína; fueron los españoles lo que le dieron su valor imperialista al “socializarla” (como dicen sus “ólogos”) incentivando y hasta obligando el acullico para explotar mejor al campesino y al minero, y seguimos en las mismas!

El acullico de ministros y parlamentarios - que no trabajan - es simplemente un snobismo antihigiénico y un vicio folklórico, antes que una necesidad impuesta por el trabajo físico agotador que sí lo hubo en la colonia, pero no lo vemos en su gobierno (en realidad, no vemos ningún tipo de trabajo).

Ahora es puro folklore, presidente! Por eso decimos que es una herencia de los conquistadores más que de los incas y a pesar de eso, los “ólogos” la hicieron sagrada, consiguieron que le levanten altares y hasta le buscaron ideología. Nada menos que la hicieron de izquierda, cuando si no haya sido por la imperialista Coca Cola y su inclusión en algunos productos farmacéuticos también del imperio, sólo se haya quedado en matecitos para la altura y nunca hayan existido los sindicatos cocaleros.

Sin esa coca Ud. no tuviera partido, ni “vanguardia”, como la denominó cuando creó “el instrumento político” y no fuera presidente, como Ud. mismo lo dijo en la Sesión de Honor del Concejo Municipal cruceño el 23 de septiembre. Las cosas que se dicen, presidente!

Pero sin la coca, el MAS nunca haya sido la expresión ideológica de nada, aunque sí es la expresión del narcotráfico. Y eso que ningún teórico del marxismo podría imaginarse a una izquierda cocalera o a una izquierda contrabandista!

Estamos hablando de la izquierda que siguió a los clásicos y fue hilvanando sueños e inventando utopías que inflamaron a multitudes en el mundo entero, hasta que se hizo institucional, se burocratizó, y un día se fue pa’l carajo cuando alguien estornudó fuerte y se cayó el muro!

Sólo quedó la resaca, encuevada y troglodita, la que siempre fue rebaño y nunca pudo pensar por su cuenta sobre las ideas que mueven al ser humano a luchar por un mundo mejor con justicia social, libertad de pensamiento e igualdad de oportunidades; quedó esa izquierda marginal creída que la ideología se definía en la forma, leyó solamente los resúmenes, y se alineó en la estupidez de los clichés porque nunca pensó por sí misma, sino a través del “centralismo democrático” de los caudillos centralistas que nunca fueron demócratas y pensó que la dictadura del proletariado era diferente que las otras, cuando en realidad es la misma.

Nadie, sin pecar de petulante, se las puede dar de “enseñador” de lo que es izquierda y derecha sin asumir con absoluta honestidad su propio modo de vida. Lo demás es pura farsa. Partido único en el reino de la intolerancia sin opción a disentir, levantar el puño izquierdo hasta para pedir la palabra, sacarse la corbata (Ni Marx, ni Engels, ni Lenin, ni los grandes teóricos y practicantes del anarquismo dejaron la corbata, saco y chaleco porque esa gente sabía distinguir la ropa de la estupidez) o llevar los íconos sociales en las poleras- invento del comercio consumista de ideas y otras mercaderías - constituyen el testimonio triste de la muerte de las ideas.

Esa izquierda que hoy se retrata en el nacionalismo más retrógrado, fundamentalista y totalitario, desconocedor de la pluralidad cultural y cultivador de una descabellada puridad suprema de la raza aymara, pensando en las bondades de la monarquía incaica del Collasuyo bajo un imaginario régimen comunitario que no existió nunca, porque los imperios nunca fueron comunitarios sino autocracias bárbaras. Será que hay izquierda musulmana o izquierda católica? Clinton o Carter fueron mejores imperialistas que Bush? Ud. y yo seremos de izquierda, presidente? Ud. cree que algunos de sus ministros y allegados lo serán alguna vez?

Y es que el indigenismo (pensando en el imperio incaico que trata de resucitar su gobierno), si bien es algo que debe revalorizarse como un legado cultural de la humanidad entera, no se lo debe confundir como un instrumento de poder político de grupos raciales que aspiran a hegemonizar el poder del que fueron marginados en el transcurso de la historia, no por razones culturales, sino por intereses económicos.

Al optar por la revancha, el indigenismo cae en el racismo hitleriano que el mundo civilizado entero condena y trata de olvidar, a pesar de los fantasmas fundamentalistas del islamismo y el indigenismo fanatizados que rondan por el mundo. A eso queremos volver, presidente? Esa mal llamada izquierda indigenista y cocalera no es izquierda ni aquí ni en Marte. La izquierda, la creíble y posible, la que piensa que la justicia social no es para cometer otras injusticias en su nombre, la que cree que el mundo es de todos, que la humanidad es una sola con su diversidad de color (el verde sí es un color), que los explotadores no tienen inmunidades internacionales y los explotados sí tienen derechos universales, esa es la izquierda que su gobierno no tiene. Lo demás es cuento.

Pero y la Constituyente, presidente! Se volvió de pronto imaginaria, surrealista y esquizofrénica y se proclamó por mayoría de votos en originaria, como si la vida de un país se podría producir- sin probeta jurídica- por el simple capricho de unos cuantos. Que saca, presidente en hacer una constituyente originaria que no hay forma de explicarla? Cómo va a ser originaria lo que se ha producido por una ley de la república que existe desde 1825, y pretende cambiarse por la actual Constituyente regulada por una ley firmada por Ud. mismo? Se da cuenta tamaño contrasentido? Cómo va a explicar al mundo que aquí acaba de nacer algo que ya nació, mal, pero nació hace 181 años?

De sólo leer el artículo primero del Reglamento de Debates, aprobado a las malas y de manera anticonstitucional por una mayoría sin dos tercios y con nuevas adquisiciones de última hora, nos preguntamos azorados adónde nos conducirá tanta chacota. Lo ha leído, presidente? Habla de un Estado popular indígena que asume todos los poderes pero todavía nos los asume y sigue un trabalenguas que ni en un circo. Ese es el espectáculo que estamos dando al mundo y lo que vendrá cuando nos pasemos por alto los dos tercios? Se da cuenta, presidente? Dice respetar lo que todavía está constituido pero ya niega competencia al Tribunal Constitucional para dirimir demandas de inconstitucionalidad sobre las barbaridades constitucionales que se están cometiendo.

Una Constitución sin debate (de ahí por que la mayoría de sus candidatos fueron seleccionados para levanta manos), a puro rodillo, contraviniendo su norma de origen y las propias que adopta el derecho internacional en la materia, le servirá de algo para legitimar su poder que cada día se viene abajo?


Cómo hará su gobierno para suscribir tratados, convenios y acuerdos que rigen las relaciones entre naciones con una carta fundamental que no llena las formalidades mínimas y lógicas de la legalidad y la legitimidad? Para qué sirvió, presidente, su legal y legítimo 54%? Cómo y por qué se echa por la borda esa responsabilidad que le dio la mayoría ciudadana que lo hizo presidente con su voto?

Al no haber Constitución legal ni legítima, nos ubicamos en el limbo de lo jurídico, en la ley de la selva y con la banderita del indigenismo en mano que no sirve ni para una entrada carnavalera. Después vendrá su referendo y su reelección presidencial que es, en resumidas cuentas, lo que busca y que muy bien pudo hacerla a través del parlamento y seguramente sin mayor oposición.

Ya veremos entonces que se inventa cuando la abstención le gane a sus sufragios! Después, presidente, no diga que fueron los oligarcas cruceños lo que tuvieron la culpa del desastre en el que nos está metiendo. No pida a los prefectos de los departamentos autonomistas que respeten la ley? Cuál ley? La que Ud. tampoco respeta? Cuál Constitución si acaba ordenar desde su trono que su poder es originario aunque sea de mentira? Tanta es la angurria de poder?

Mientras eso está sucediendo, y en su palacio se desborda el odio y la impostura, aquí, en el verdor de la llanura, nosotros, los nacidos y los que vinimos, pero todos absolutamente originarios, pasamos un 24 de septiembre como para dar envidia al universo entero, presidente. Ud. se lo perdió porque quiso.

Nota.- En una carta anterior, pecando de ingenuidad o de una palabra parecida ( que es lo mismo) insinué que su esotérico canciller, el de la cándida apariencia, parecía el mejor del convento, ya que sus apreciaciones cósmicas y cosméticas sobre la vida eran fruto de su candorosa cultura de arrugas ancestrales.

Todo lo que dijo después sobre escupitajos y envenamientos, me obliga a rectificar mi visión sobre dicho personaje, por la sarta de mentiras y veneno que había sido capaz de destilar con tenebrosa versatilidad. Los escupitajos que supuestamente recibía por vender chompas en un sitio donde nadie compra chompas de la calle, forman parte del mismo engaño cuando se pregona que a los indios les cortaban las manos para que no escriban y los dejaban ciegos para que no lean, cuando en los idiomas andinos no existen las palabras escritura ni lectura, o cuando supuestamente se les negaban el ingreso a las plazas públicas.

En cuanto a los envenenamientos, la gente que proporciona empleo para el servicio doméstico de la zona amenazada por el canciller con hacerla desaparecer, tendrá que pensar diez veces si sigue ofreciendo esa alternativa de trabajo bajo un inminente peligro de envenamiento .

Todo, como para pensar, con amargura, que si esta Constituyente imaginaria y surrealista borra al país del mapa mundial, quizá no se pierde nada si sus gobernantes han perdido la cordura!

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