Por josé de Córdoba y David Luhnow
The Wall Street Journal
Cuando el ministro de Relaciones Exteriores y Culto de Bolivia, David Choquehuanca, trata asuntos de Estado con los dignatarios que visitan el ministerio, reconoce que no está del todo allí.
"Nosotros siempre hemos estado sin estar", dice Choquehuanca, un intelectual indígena aymara de 45 años.
El concepto de estar allí sin estarlo, explica Choquehuanca, es parte de un código místico, según el cual una persona puede estar presente físicamente pero en un lugar diferente espiritualmente. Es uno de muchos conceptos aymara enseñados por sus antepasados, en parte, para soportar la brutalidad de la vida bajo los conquistadores.
Ahora Choquehuanca, quien hace parte de uno de los equipos de gobierno más eclécticos e inusuales en la historia moderna de Bolivia, está tratando de incorporar estos conceptos al funcionamiento del gobierno boliviano.
Las ideas parecen un poco extrañas incluso para muchos bolivianos. "Le estaba tomando el pelo", dice el oficinista boliviano que transcribió la entrevista.
Desde que fue elegido como el primer presidente indígena de Bolivia con una victoria arrolladora en diciembre, Evo Morales, el ex líder cocalero, ha ensamblado un equipo de gobierno compuesto por ex guerrilleros, ex activistas e intelectuales bolivianos.
Casimira Rodríguez, una ex empleada doméstica que fundó el sindicato nacional de trabajadoras del hogar, es la ministra de Justicia aunque nunca ha estudiado derecho.
El vicepresidente, Álvaro García Linera, es un matemático que estudió en México y un ideólogo de la guerrilla que pasó cinco años en prisión en los años 90 por su presunta participación en atentados guerrilleros. García Linera nunca fue hallado culpable.
A los marxistas les encantaría que el país volviera a los revolucionarios años 60, y están llenos de júbilo al ver que Morales ha renacionalizado la industria del gas natural. Choquehuanca y otros ministros aymara preferirían devolver el reloj a 1491, antes de que Cristóbal Colón emprendiera el viaje al nuevo mundo.
Eso es porque la conquista de Bolivia, a principios del siglo XVI, significó siglos de exclusión y opresión para sus pueblos indígenas, una condición que no mejoró mucho tras la independencia del país en 1825. En la actualidad, el 65% de los bolivianos vive con un ingreso inferior a los US$2 al día y la mayor parte de ellos son indios.
Muchos intelectuales aymara dicen que quieren volver a establecer en el siglo XXI los valores del Edén comunal que, según creen, existía antes de la conquista, un lugar sin pobreza ni opresión. Antes de la llegada de los españoles, asegura Choquehuanca sin pestañar, los aymara tenían longevidades bíblicas, alcanzando a veces los 200 o incluso los 250 años.
Según un estudio reciente de Rafael Núñez, experto en ciencias cognitivas de la Universidad de California, en San Diego, la aymara es la única cultura estudiada en la que el pasado está, lingüística y conceptualmente, delante de ellos mientras que el futuro está detrás.
Núñez asegura que para hablar del futuro, los ancianos aymara señalan con el pulgar o la mano hacia atrás por encima del hombro, mientras que para hablar del pasado hacen gestos hacia delante con las manos y los brazos. La palabra principal para ojo, delante y vista en aymara significa el pasado, mientras que la palabra básica para detrás o posterior también significa futuro.
Otro importante intelectual aymara, el ministro de Educación Félix Patzi, piensa que el nuevo gobierno debería usar la procreación para cambiar los efectos perniciosos de la colonización.
La planificación familiar fue una conspiración elitista fallida que mantuvo el tamaño de la población indígena a raya, aseveró recientemente en una conferencia sobre alfabetización en La Paz.(nota del blog. qué estupidez!!!)
Las mujeres indígenas necesitan entender eso y continuar teniendo entre cinco y ocho hijos cada una, agregó, de modo que la minoría blanca del país, con sus ideas europeas, pase a ser irrelevante.
La incorporación de principios indígenas a la política del gobierno se discutirá a fondo en octubre, cuando se celebre la Convención Constitucional, que tiene como fin esbozar la estructura del nuevo Estado boliviano.
"¿Qué tipo de sociedad queremos? ¿Precapitalista o comunal? Esa es la decisión que enfrentamos", plantea Patzi. Una cosa que la nueva Bolivia no necesitará es competitividad, opina. "¿Competitividad, me pregunto por qué? ¿Por qué estudiar negocios en un país sin negocios?".
En busca de nuevos usos para la coca del país, la cual los indígenas han masticado durante miles de años pero que también es la base de la cocaína, Choquehuanca sugirió al Congreso que se usara como sustituto de la leche en las escuelas del país para aprovechar su riqueza en calcio. Los pediatras quedaron horrorizados y Choquehuanca se retractó rápidamente.
El ministro se jacta de no haber leído ningún libro de ninguna especie en años porque no quiere nublar su mente con conceptos europeos. "Hemos estado en manos de los que han leído libros y usted sabe en que situación está nuestro planeta tierra", asevera. Es mucho mejor aprovechar el conocimiento de los ancianos aymara. (nota del blog. la mayor estupidez de todas!!!)
Los diplomáticos de La Paz intercambian historias que ellos llaman "Choquehuancadas". Una reciente: durante una recepción en la embajada cubana, el ministro de relaciones exteriores pidió a los invitados que participaran en una bendición aymara elevando sus brazos al cielo con las palmas extendidas.
Pero algunos diplomáticos dicen que Choquehuanca les parece un soplo de aire fresco. "Es un hombre sabio", dice Francisco Carrión, ministro de Relaciones Exteriores de Ecuador. (nota del blog. no nos olvidemos que en Ecuador el gobierno trata de emular a Evo Morales)
Carrión también siente una dosis de envidia al ver que Choquehuanca llega a su trabajo con una chaqueta abierta y en mangas de camisa, en lugar del traje y la corbata formal de los diplomáticos. "Si pudiera, yo tampoco usaría corbata", dice Carrión.
technorati tags:bolivia
No hay comentarios.:
Publicar un comentario