En Bolivia, las políticas de Evo Morales se mueven al ritmo de Hugo ChávezMay 25, 2006 4:05 a.m.
Por José de Córdoba y David LuhnowThe Wall Street Journal
LA PAZ — Desde que Evo Morales asumió la presidencia de Bolivia, en enero, el líder cocalero devenido en político socialista ha aliado a su país tan estrechamente con la Venezuela de Hugo Chávez que cuesta distinguir donde uno comienza y el otro termina.
Después de la elección, las siderúrgicas extranjeras calcularon que probablemente iban a tener que renegociar parte de sus contratos para desarrollar una enorme reserva de mineral de hierro conocida como El Mutún. Lo que no esperaban era ver a una docena de técnicos del gobierno de Venezuela sentados en la mesa de negociaciones.
Durante una reunión del 24 de abril con Jindal Steel & Power, de India, dos expertos venezolanos susurraban a los oídos de sus colegas bolivianos y les pasaban notas, dice Juan Mogrovejo, un representante de Jindal Steel que participó en las negociaciones. Los bolivianos endurecieron sus condiciones, demandando que la duración del proyecto fuera reducida de 40 a 20 años. "El contrato propuesto cambió radicalmente", dice Mogrovejo. Otras compañías también han expresado su consternación ante los nuevos términos.
Celinda Sosa, ministra boliviana de Desarrollo Económico y participante de las negociaciones de El Mutún, dice que los asesores venezolanos están ayudando al gobierno de Bolivia, pero que son los bolivianos quienes toman las decisiones.
Pero a veces eso no es tan evidente. Ambos países recientemente se unieron a Cuba en el Tratado de Comercio de los Pueblos (TCP), un acuerdo soñado por Chávez para que se convierta en la alternativa al plan de Estados Unidos de integración regional. Los tecnócratas venezolanos ayudan a definir las políticas bolivianas en temas tan diversos como salud, reforma agraria y la nacionalización de los hidrocarburos. Cuando Morales viaja al exterior, utiliza un jet provisto por Caracas.
El líder de la oposición boliviana, Jorge Quiroga, que perdió contra Morales en las últimas elecciones presidenciales, dice que "nos hemos convertido en una colonia de Venezuela". Morales rechaza la acusación, pero se refiere a Chávez como el "padrino" de Bolivia.
Hasta ahora, Bolivia representa el mayor éxito en la estrategia de Chávez de usar el petróleo para crear y liderar un bloque de países anti-EE.UU. en la región y más allá. Le arrojó un salvavidas a Cuba, ha prestado centenares de millones de dólares a Argentina y Ecuador y ha votado dos veces a favor de las ambiciones nucleares de Irán en la Organización Internacional de la Energía Atómica.
Para Estados Unidos, la cada vez más intensa alianza de Chávez con Bolivia es la última de una serie de amenazas energéticas. Venezuela tiene las mayores reservas de crudo y gas fuera del Medio Oriente, y Bolivia tiene las segundas mayores reservas de gas natural en Sudamérica. El presidente de EE.UU. George W. Bush dijo el lunes que estaba "preocupado por la erosión de la democracia" tanto en Bolivia como en Venezuela.
Sin embargo, aun cuando su poder e influencia continúan creciendo, Chávez se está acercando peligrosamente al límite, en una región donde la mayoría de la gente desconfía de la injerencia extranjera: desde la colonia española, hace más de dos siglos, o la intrusión de EE.UU. en décadas recientes. El apoyo a Chávez, real o imaginario, se ha convertido en tema caliente en las campañas presidenciales de México y Perú.
El apoyo de Chávez a la decisión de Bolivia de nacionalizar sus reservas de gas natural también lo pone en confrontación directa con Brasil, la mayor economía de Sudamérica. Brasil obtiene de Bolivia la mitad de su gas natural y Petrobras, la petrolera estatal brasileña, es el mayor inversionista en Bolivia.
Chávez también podría enfrentar una oposición más dura en casa. Si bien todavía es popular, sus gastos en el exterior están enfadando a un número cada vez mayor de venezolanos. Y problemas como el crimen en las calles y la pobreza han crecido durante su mandato.
Aun así, nada de esto detiene a Chávez, quien anuncia casi todas las semanas algún proyecto de integración regional. Su gran sueño es una confederación similar a la Unión Europea llamada Unión del Sur (Unisur). Además de su pacto de libre comercio, Chávez ha lanzado una cadena de TV regional llamada Telesur, para que actúe como contrapeso a la estadounidense CNN. Mañana, Chávez estará en Bolivia para anunciar la creación de Minersur, un proyecto minero boliviano-venezolano. El mandatario venezolano ha hablado incluso de una Organización del Tratado del Atlántico Sur (OTAS) para rivalizar con la OTAN, la Organización del Tratado del Atlántico Norte.
La inspiración de Chávez es Simón Bolívar, el héroe de la independencia que en el siglo XIX ayudó a buena parte de la región andina a independizarse de España. Bolívar soñaba con unir a la región en una confederación política, pero fue derrotado. Chávez asegura ser un continuador de la tarea de "El Libertador", y renombró a su país la República Bolivariana de Venezuela. Cuando estuvo preso por encabezar un fallido golpe de Estado en 1992, Chávez solía hablarle a un busto de bronce del héroe venezolano ubicado en el patio de la prisión, según han dicho sus compañeros de pabellón.
Algunos dentro del propio gobierno de Morales temen acercarse demasiado al presidente venezolano. "Deberíamos adoptar las partes buenas de Chávez, como su preocupación por los pobres. Pero tenemos que evitar contaminarnos con su lado malo, especialmente su impulso por concentrar poder, sus coqueteos con regímenes como Irán, sus constantes insultos a Estados Unidos", dice José Luis Roca, un académico que hace poco fue nombrado por Morales para integrar la junta de una petrolera nacionalizada.
De todas maneras, muchos bolivianos dan la bienvenida al derroche de Chávez. El 23 de enero, un día después de la asunción de Morales, Venezuela firmó media docena de acuerdos de cooperación con Bolivia. Chávez se comprometió a proveer 200.000 barriles por mes de diesel y productos refinados a precios de descuento, y también a comprar 200.000 toneladas de soja boliviana al año. Chávez también comprará castañas y almendras cosechadas por indios amazónicos y otorgará 5.000 becas y 100 pasantías para bolivianos que quieran estudiar en Venezuela.
El gobierno boliviano niega recibir órdenes de Venezuela y argumenta que la nacionalización de la industria energética fue una promesa de campaña del propio Morales. No obstante, en las semanas anteriores a la nacionalización, ingenieros del gobierno venezolano acompañaron a sus colegas bolivianos en sus recorridos por las instalaciones que estaban a punto de ser nacionalizadas, según ejecutivos de empresas privadas. Morales anunció la nacionalización menos de 36 horas después de volver de una cumbre con Chávez y con el presidente cubano, Fidel Castro. Y después viajó junto a Chávez a un encuentro con los gobiernos de Brasil y Argentina, cuyas compañías habían sido afectadas por la medida.
La petrolera estatal venezolana, Petróleos de Venezuela (PDVSA), que no tenía ninguna actividad en Bolivia hasta hace unos pocos meses, es la gran ganadora de la nacionalización boliviana. PDVSA ha abierto oficinas en La Paz y está ayudando a la petrolera estatal boliviana, YPFB, a ponerse en pie después de que la mayoría de sus activos se vendieran en los años 90.
En un momento en el que otras compañías están congelando sus inversiones en Bolivia, PDVSA está invirtiendo en una variedad de proyectos, incluyendo una nueva planta de separación de gas y nuevas gasolineras en sociedad con YPFB. A cambio de tanta ayuda, PDVSA podría obtener un trato impositivo preferencial, según los términos del nuevo acuerdo de libre comercio.
Venezuela también está tomando una posición de liderazgo en el desarrollo de las enormes reservas de mineral de hierro bolivianas en El Mutún, un área pobre y poco poblada cerca de la frontera con Brasil. Según las condiciones impuestas por el predecesor de Morales, cuatro de las mayores acereras del mundo habían mostrado interés en participar. Pero eso cambió poco después de que el nuevo ministro de Planificación de Bolivia, Carlos Villegas, volviera de un viaje reciente a Caracas rodeado de expertos venezolanos y nuevas condiciones para El Mutún. "Sospechamos que el gobierno quiere declarar vacante la subasta y después dársela a Venezuela bajo otras condiciones", dice Jaime Santa Cruz, quien monitorea el proyecto para una asociación civil de Santa Cruz, la capital económica del país y donde el apoyo a Morales es más débil. Un vocero del Ministerio de Minas boliviano dijo que el país está simplemente intentando obtener los mejores términos posibles. Los ganadores de la subasta se conocerán el martes próximo.
Además de adoptar muchos de los programas sociales de Chávez —médicos cubanos realizan exámenes oftalmológicos gratuitos en las calles de La Paz y existen nuevos programas de alfabetización para adultos—, Morales parece haber aprendido también algunas lecciones de política de Chávez, especialmente a la hora de atacar a los centros de poder independientes. Además de purgar la cúpula del ejército, una de las primeras medidas de Morales fue decretar que todos los miembros del gobierno debían aceptar un recorte de casi 50% en sus salarios, y que ningún empleado público podía ganar más que los US$22.000 anuales que él recibe. Desde entonces, han renunciado cinco de los doce miembros de la Corte Suprema y el presidente del Banco Central. Todos fueron reemplazados por directivos con poca o ninguna experiencia del Movimiento Al Socialismo (MAS), el partido de Morales.
Lo mismo puede aplicarse al banco central, donde el economista Juan Antonio Morales había conseguido, desde su nombramiento en 1995, una necesitada estabilidad para la caótica economía boliviana. Manejó la macroeconomía del país durante seis presidentes y otras tantas crisis internacionales. El mandato del banquero había expirado tres veces antes, y cada uno de los presidentes en el cargo le había rogado que se quedara. Hace unos meses, el mandato de Juan Antonio Morales volvió a cumplirse, por lo que le envió al presidente una carta de renuncia. Supo que había sido aceptada cuando su mujer lo llamó para decirle que había escuchado el nombre de su reemplazante en las noticias.
Juan Antonio Morales dice que nunca había oído el nombre de su sucesor antes de su nombramiento.
1 comentario:
No estas feliz en Bolivia? facil puedes volver a tu pais y alla reclamas por lo que no te gusta. Me cansaron los que vienen en afan de ayuda a neocolonizar, que joder.
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