jueves, febrero 03, 2005

Les paso este artículo que publique hace un par de semanas en El Deber, es sobre Palm's y libros digitales.

Elogio de la Palm


Acabo de leer el último libro de Gabriel García Márquez, “Memorias de mis putas tristes”. Por cierto, para hacerlo no me compré el bonito ejemplar de Editorial Norma, ni recurrí a los puestos de libros piratas. Entonces, donde lo leí?. Simplemente en mi Palm (computadora de mano o PDA), un elegante modelo que adquirí recién, el Tungsten T3.

Hasta aquí asumo que algunos lectores deben estar un poco confusos. Pues bien, les explico. La última obra de GGM la conseguí una semana después de su publicación en Colombia. Un amigo escaneo el libro y lo paso a formato digital y de ahí empezó a repartirse por e-mail a todo el mundo, a través de un grupo de lectura de libros digitales al cual pertenezco: www.pidetulibro.cjb.net

Pidetulibro es algo así como la versión Napster o Kazaa para los libros. Es una red de contactos que la forman personas de todas partes del mundo. El objetivo de Pidetulibro es poner al alcance de la “pantalla” de todos la mayor cantidad de textos digitalizados que se puedan conseguir. Desde que nació Internet han sido muchos los intentos de crear bibliotecas digitales, pero generalmente estaban compuestas por obras clásicas que no atraían mucho.

En Pidetulibro pude conseguir (casi de forma instantánea) “El Guardián entre el Centeno”, de J.D. Salinger, una colección de varias obras de Vargas Llosa, cuentos de Alfredo Bryce Echenique, algo de Cabrera Infante, Jaime Bayly, García Márquez, Tolstoi, y, no podía faltar, “El Código Da Vinci” (al que me resisto a darle una oportunidad). Y todos los obtuve sin ningún costo, aquí nadie busca ganar dinero, sino poder distribuir la mayor cantidad de libros al mayor número de personas posibles. En este lugar no hay distribuidores que te venden copias piratas.

Aunque digitalizar un libro es muchísimo más moroso que pasar un CD de música a formato MP3 (escanear un texto puede llevarte hasta una semana por las correcciones que hay que hacer); poco a poco la biblioteca on line ha ido creciendo y el desprendimiento con el que la gente comparte sus archivos es admirable y sólo comprable al que inspira el intercambio de archivos de música.

Pero esta parte es solo la mitad de la historia, porque ahora nace la pregunta, ¿Y donde leo todo esto?. Yo personalmente tengo una posición. Leer los libros en la pantalla de la PC no tiene mucho sentido porque hace perder a la lectura una característica fundamental (no la principal), que es el de la movilidad. Quedarse pegado a la pantalla durante horas leyendo una novela no es muy atractivo (ni saludable), por lo que algunas personas prefieren imprimir el libro y leerlo en la forma tradicional. Hasta aquí el libro digital sería solamente un medio y no el resultado final, algo así como estar al mismo nivel de los libros piratas, es decir, al final de cuentas terminas leyendo un papel.

La otra mitad de esta historia nace con la aparición de las Palm’s, esos dispositivos portátiles que combinan en un tamaño reducido las ventajas de una PC. Si bien hay aparatos diseñados especialmente para leer libros digitales, no han tenido éxito debido a que sacrifican las prestaciones que te da una Palm y también porque su alto costo los ha alejado del consumidor normal. Por eso es que la Palm ha tenido tanto éxito; para empezar está el tema de la capacidad, la posibilidad de llevar decenas de libros en un mismo dispositivo, es como llevar en el maletín o la mochila la colección completa de Vargas Llosa sin tener que sufrir por el peso de cargar todo, esto para un viajero es invalorable. Además esta la característica de que puedes leer un libro y escuchar de fondo la música que tu quieras ya que lo últimos modelos vienen con reproductor de audio incorporados.

Aunque muchos usuarios no aprovechan estas ventajas (para empezar, leer no es popular, así que leer libros digitales lo es menos) poco a poco se están dando cuenta del provecho que le pueden sacar a este aparato. Yo personalmente disfruto de cargas varias novelas, a las cuales les puedo poner bookmarks para saber donde me quede, también leo periódicos, artículos de revistas, y otros tipos de publicaciones.

Se que muchos dirán que la experiencia de leer en una pantalla o pantallita (las Palm’s) jamás se igualará al sentimiento de leer un libro, yo estoy de acuerdo con eso, pero la esencia de un libro es su contenido y no la forma en que se presenta, por lo que creo que más que una competencia, los libros digitales serán el complemento ideal de los libros actuales. Muchas editoriales publican en Internet el primer capítulo de obras que están por sacar al mercado, para promocionarlas de mejor manera (un extracto del libro de GGM se publicó en Clarín.com). Y es por eso que mucha gente se siente tentada y al final termina adquiriendo los libros en papel.

Por eso, mientras poco a poco las personas van evolucionando en sus opciones de lectura, los invito a unirse a esta cruzada digital por así decirlo. Yo mientras tanto, voy a continuar leyendo “El Guardián entre el Centeno” en mi Palm, mientras le conecto los audífonos y escucho un disco de Cat Stevens.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Gracioso que escribas sobre libros piratas. ¿Acaso escanear libros y subirlos a la red no es piratería? Claro, no hay ganancia económica de por medio, y uno lo hace por amor al arte (yo haría lo mismo). Pero se supone que uno no puede reproducir el libro sin autorización, y no hay medias tintas. Lo que se viene es una bronca tremenda entre las teorías legales sobre derechos de autor.